Tan cerca... Tan lejos...

Ésa es la sensación que esta imagen me transmite... Por una parte, la libertad a tan sólo unos cuantos metros... Y, por otra, ansiedad, sabiendo que, a pesar de poder contemplarla, será imposible alcanzarla...

Compositivamente hablando, regla de los tercios (el superior, marcado por la línea horizontal de la alambrada; el inferior, delimitado por la tierra de la playa rocosa)... Verticalmente, la propia alambrada delimita los mismos... las tonalidades, casi complementarias, hacen que resulte agradable a la vista, o al menos, a mí me lo parece...

Para mí, cargada de un simbolismo muy fuerte... Cada cual que saque sus conclusiones...

El cielo está enladrillado...

¿Quién lo desenladrillará? Pues eso... No hay que pensar demasiado en esta foto... Un poco de aire fresco, con algo de color... No es mi estilo, pero como no quiero encasillarme...

Vista desde la entrada a mi nueva oficina... Como siempre estoy mirando hacia arriba o hacia abajo, en esta ocasión no pude desaprovechar la magnífica ocasión que me brindaba este cielo al atardecer, cuando agonizaban los últimos rayos de sol... Pocos minutos después, el cielo ya estaba desenladrillado, así que no hizo falta llamar a nadie...

Con vistas a...

Pues eso... que tal y como están las cosas, no es nada de extrañar que contenedores en desuso puedan ser posibles alojamientos "transitorios"... Sí... la cosa está muy mal... Además, con lo bonitas que son las vistas desde este apartamento, ¿quién podría decir que no? El único pero es que está en una zona donde la seguridad brilla por su ausencia, pero por lo demás...

Como casi todas mis últimas tomas, desde el coche, en marcha, y a lo que salga... Espero que la gente se conciencie con lo que tiene, porque seguro que no sabe valorarlo en su medida justa...

¡Hágase la luz!

Múltiples interpretaciones puede tener esta fotografía... ¡Hágase la luz! Tras la tempestad, llega la calma... ¡Por fin! Sin embargo, todas ellas tienen algo en común: esperanza.

Sí, porque al fin y al cabo, no es más que eso... Un rayo de luz, al final del camino, que ilumina nuestro sendero a seguir... Un atisbo de esperanza, cuando parece que todo está perdido, nos hace volver a recuperar esa ilusión perdida hace algún tiempo... A modo de continuación, con el barco que partía en la anterior foto, sin saber qué deparará el futuro...

Es curiosa la toma, ya que la hice en marcha desde el coche, justo tras caer casi el diluvio universal, en apenas tres escasos minutos... Curiosamente, caprichosa la naturaleza, esbozó esta "sonrisa" que me dejó a modo de señal, como diciéndome que todo tiene su tiempo y quien sabe esperar alcanza su recompensa... Sí... Es curiosa la forma en que ese espacio vacío entre las dos nubes, una negra como la noche y otra blanca como el día, es cubierto con rayos de sol, como proyectados y pintando de luz la nube de la parte superior... 

En fin, espero que os guste. Saludos.

Nuevos mundos, nuevas ilusiones...

Ésa fue la sensación en la que pensé al encuadrar y la que me transmitió al ver el resultado final... Me trasladé por un momento a principios del siglo pasado, cuando el medio de transporte para cruzar los mares era el barco... Los pasajeros debían de llevar consigo todo el equipaje y, lo más importante, todo un mundo de ilusiones, con el que abordar su nueva andadura en un mundo desconocido...

No sé si habré sido capaz de haceros viajar en el tiempo, pero a mí, personalmente, me transmite nostalgia al verla y no puedo sino trasladarme a los albores del siglo pasado... En cualquier caso, espero que sea de vuestro agrado...